Alberto Onofre es una leyenda del club deportivo Guadalajara y llegó a ser reconocido como uno de los mejores jugadores del fútbol mexicano.
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| Foto de archivo | Alberto Onofre en una cancha de fútbol |
El mediocampista Alberto Onofre Cervantes nació en Guadalajara, Jalisco, en 1947, y al igual que Alonso Navarro, se crió en las calles de la Colonia del Fresno.
Cuando terminó la primaria, dejó de lado los estudios para poder dedicarse a su más grande sueño: ser futbolista. Desde niño mostró gran fascinación por el balompié y, como muchos otros, comenzó jugando en las calles con los amigos del barrio. Posteriormente se unió a un equipo denominado "Jalisco", participando en la liga poniente.
Entrada al club del Guadalajara y el mundial de 1970
Cuando tenía 12 años, su hermano Ernesto le presentó a Sabás Ponce Labastida, el 8 veces campeón de la primera división mexicana, y así fue como Alberto debutó en el equipo. El padre de Onofre no estaba muy contento con que su hijo se dedicara al fútbol, pero después de superar esta oposición, en 1964 logró debutar en el equipo.
Alberto Onofre fue mediocampista de gran toque y con un buen cabeceo, lo que le permitió marcar varios goles. Antes del mundial de 1970, se le consideraba uno de los mejores jugadores del fútbol mexicano.
Tres años después de su debut, en 1967, obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos y en la temporada de 1969-70 el campeonato de la liga con el equipo de las Chivas.
La fractura y retiro de Alberto Onofre durante el entrenamiento
En 1970, a la edad de 23 años, un mal contacto durante un entrenamiento cambió la historia del fútbol mexicano. Muchos aficionados culparon a Juan Manuel Alejandrez, el jugador del Cruz Azul contra el que Onofre chocó. Sin embargo, en una entrevista titulada "La tragedia de Onofre", publicada por Enrique Ballesteros en su canal de YouTube, Alberto explica cómo pasaron realmente las cosas.
Todo comenzó el día 27 de marzo de 1970. Los jugadores de la selección mexicana se encontraban entrenando para el mundial del 70, el mundial de fútbol en el que México sería el anfitrión. Alberto Onofre era una de las más grandes promesas del equipo nacional.
Se encontraban en el entrenamiento, era el último partido que se jugaría ese día y faltaban solo 10 minutos para que terminara el entrenamiento. El clima estaba lluvioso y Onofre decidió cambiarse sus tacos deportivos para ponerse algo más cómodo, ya que los que traía le incomodaban.
Me cambié los zapatos y seguimos… Ya iba a terminar el partido, cuando por una pelota que disputamos Alejandrez y yo, me resbalé... Por lo mismo, porque me cambié los zapatos.
En el video, Alberto narra que después de la fractura se deprimió muchísimo y que tardó mucho en recuperarse tanto moral como físicamente, pues duró 9 meses con yeso y casi 1 año en rehabilitación. Fue invitado a ver el partido de inauguración en los palcos de la federación. El día que le quitaron el yeso, Alberto vio cómo su pierna estaba en los puros huesos.
Años más tarde, volvió a las canchas de manera temporal y en 1978 decidió retirarse por completo del fútbol.