Cuando caminamos por las calles de nuestro barrio es inevitable destacar un edificio en la calle durazno entre las calles primavera y fresno, algunos conocemos esta vecindad como el "castillo de Grayskull" en referencia a la fortaleza del reino Eternia, un reino ficticio de la famosa serie de los 80's "He-Man and the Masters of the Universe" quien obtuvo sus poderes del castillo.
Sin embargo, otros vecinos también la conocen como "El Sheraton" quizás como parodia a la reconocida cadena de hoteles "Sheraton Hotels and Resorts". Sea cual sea el nombre con el que la conozcas y aunque no existan datos exactos del año en que este edificio fue construido, sabemos que junto al Cinema "el Roble" son de las edificaciones más antiguas que se han mantenido en pie hasta el día de hoy.
Esta vecindad se encuentra localizada en la calle Durazno #1372 de la Colonia del Fresno originalmente contaba por lo menos 23 habitaciones en su interior que albergaba a diferentes familias, en el patio varios niños de la colonia y no solo inquilinos se reunían a jugar, a día de hoy se sabe que solo 5 de esas habitaciones han sobrevivido.
En la entrada, justo en medio del edificio se colocó una imagen de la Virgen Maria quien protege a sus inquilinos de los terremotos, las tormentas y todo daño extra a la estructura que podrían terminar por derribarla.
Aunque no se tiene un registro exacto del edificio ni de cuando se construyó, según algunos testimonios una familia lleva a día de hoy más de 55 años viviendo ahí, eso sumado tiempo en que se fundió el mercado Adrián Puga sobre la misma calle me atrevería a decir que como mínimo la vecindad se construyó a principios de 1960, pues se dice que en los registros del ayuntamiento de Guadalajara, es la vecindad más antigua.
Hoy día luce menos deteriorada que hace algunos años, pues la fachada fue pintada; sin embargo, por su infraestructura aún sigue clasificada como "Zona de alto riesgo". Quienes viven y duermen ahí saben que es probable que en algún momento este edificio se caiga, los días de lluvia enfatizan más este sentimiento.
Se dice que el dueño falleció en los años 90 y desde ese entonces nadie se hizo cargo del mantenimiento del edificio, poco antes de fallecer el dueño decidió rentar toda la propiedad a una familia para asegurar el pago de la renta y desde ese momento dejó de ser una vecindad.
Desde hace como 20 años se pidió apoyo al ayuntamiento de Guadalajara para poder mantener el edificio de pie, darle una repintada o mejorar su estructura, pero hasta el día de hoy no ha habido respuesta.