El templo San Luis Gonzaga comenzó a construirse a inicios de los años 50 en la cuchilla que unen a las avenidas Niños Héroes y Alemania en nuestra hermosa ciudad de Guadalajara, el encargado de la obra fue el arquitecto Enrique de la Mora. En aquella época este edificio se convirtió en un hito arquitectónico por su forma ovalada y por el entonces novedoso material que se utilizó para la estructura (el concreto).
19 años después en 1969 el edificio estaba listo para ser inaugurado y consagrado como es la tradición, el 29 de noviembre a solo minutos de que el Cardenal José Garibi Rivera, sexto Arzobio de Guadalajara y quien consagraría el templo llegara, el atrio techado del mismo y una parte del interior se vinieron abajo, sepultado a varias personas en su interior.
El recuento de los daños
Cinco personas lograron salir con vida de este percance pues para su fortuna se encontraban en las escaleras entrando y saliendo del edificio justo en el momento del colapso, el cual los empujo fuera de la zona de peligro y otras.
La labor de rescate de los cuerpos duro cerca de 2 días. Cientos de personas asistieron a las oficinas de socorro de la Cruz Roja buscando a sus familiares.
Las víctimas mortales de este trágico accidente fueron en su mayoría, seminaristas y vecinos, la mayoría de entre 55 y 70 años de edad. Sin embargo también hubo víctimas de 12 y 15 años.
Por el riesgo potencial de que otras estructuras que también resultaron dañadas se cayeran mientras se rescataban los cuerpos de las víctimas un ingeniero militar asumió el mando de la operación.
Posteriormente se descubrió que todo esto ocurrió por un error de cálculo de parte de los constructores, al querer optimizar el atrio se derribó uno de los muros que creían era de relleno, pero en realidad era un muro de carga, lo que término por ocasionar esta lamentable tragedia.
Recursos: Imágenes publicadas en Facebook: Los Fantasmas del Pasado Semanario #698 y Hemeroteca del Informador periódico publicado el 30 de noviembre de 1969.